Ucrania amenaza a los rebeldes con una "desagradable sorpresa"
KIEV/DONETSK, Ucrania . El Gobierno ucraniano mantuvo el martes la presión sobre los rebeldes prorrusos, amenazándoles con una "desagradable sorpresa", mientras los insurgentes dijeron que se preparaban para luchar después de perder su principal bastión.
El presidente Petro Poroshenko, con más confianza desde la caída del bastión rebelde de Slaviansk el fin de semana, designó un nuevo jefe de operaciones militares en el este después del nombramiento de un nuevo ministro de Defensa más agresivo que volvió a pedir a los separatistas que depongan las armas.
Un responsable de seguridad dijo que el plan del Gobierno de echar a los rebeldes de las dos grandes ciudades, Donetsk y Luhansk, sería como una "desagradable sorpresa" para los insurgentes.
Pero Poroshenko - cuyos responsables han descartado más altos el fuego unilaterales - mantuvo la puerta abierta a una nueva ronda de conversaciones indirectas de paz con los líderes separatistas, nombrando como posible sede para el encuentro una ciudad-monasterio controlada por el gobierno en el este.
Mientras, aparecieron signos de una división en las filas separatistas tras la caída de Slaviansk, con un poderoso comandante de campo cuestionando duramente la pérdida del bastión rebelde.
La recuperación de Slaviansk de manos rebeldes supone un gran éxito en la larga lucha de tres meses de Kiev contra separatistas respaldados por Rusia, que ahora reclaman en vano ayuda militar de Moscú.
Un líder rebelde restó importancia a la pérdida como algo conveniente militarmente y dijo que cientos de combatientes estaban ahora disponibles para desplazarse a la capital regional, Donetsk, donde se está preparando una estructura de mando para defender la ciudad y devolver el golpe:
"No nos estamos preparando para un asedio. Nos estamos preparando para la acción", dijo Alexander Borodai, primer ministro de la autoproclamada República Popular de Donetsk, a un periódico digital ruso durante una visita a Moscú.
Disparos esporádicos pudieron oírse en zonas de Donetsk durante la noche. En Luhansk, una ciudad de la frontera con Rusia donde los rebeldes controlan ciudades clave, dos personas que estaban en un minibús fallecieron por un proyectil que explotó cerca, dijo un responsable municipal.
"Hay un intercambio de disparos entre los separatistas. Se están disparando entre ellos", dijo Iryna Verigina a la televisión ucraniana por teléfono desde Luhansk.
Poroshenko, que asumió el poder hace un mes, nombró a Vasyl Grytsak para liderar el "centro antiterrorista", convirtiéndolo en el jefe de operaciones en su intento para derrotar a los rebeldes.
Esta decisión siguió a un cambio radical en el mando militar y de seguridad, para el que ha designado a un ministro de Defensa de línea dura para dar nuevo impulso a la lucha contra la insurgencia.
Grytsak, un teniente general de la policía de 53 años y con 20 años de experiencia en el aparato de seguridad del país, sustituye a Vasyl Krutov, que lideró el "centro antiterrorista" desde mediados de abril.
A pesar de algunos éxitos contra los rebeldes, Krutov y otros responsables de seguridad han sido criticados por el irregular funcionamiento de las fuerzas armadas y por las grandes pérdidas militares, incluyendo cuando los rebeldes derribaron un avión Ilyushin Il-76 en junio provocando la muerte de más de 49 personas.
Rebeldes prorrusos han estado luchando contra las fuerzas gubernamentales desde abril, cuando declararon repúblicas separatistas en el este rusófono ucraniano después de una revuelta política en Kiev que terminó con el derrocamiento de un presidente próximo a Moscú seguido de la anexión rusa de Crimea.
Por Richard Balmforth y Maria Tsvetkova
Fuente: reuters
KIEV/DONETSK, Ucrania . El Gobierno ucraniano mantuvo el martes la presión sobre los rebeldes prorrusos, amenazándoles con una "desagradable sorpresa", mientras los insurgentes dijeron que se preparaban para luchar después de perder su principal bastión.
El presidente Petro Poroshenko, con más confianza desde la caída del bastión rebelde de Slaviansk el fin de semana, designó un nuevo jefe de operaciones militares en el este después del nombramiento de un nuevo ministro de Defensa más agresivo que volvió a pedir a los separatistas que depongan las armas.
Un responsable de seguridad dijo que el plan del Gobierno de echar a los rebeldes de las dos grandes ciudades, Donetsk y Luhansk, sería como una "desagradable sorpresa" para los insurgentes.
Pero Poroshenko - cuyos responsables han descartado más altos el fuego unilaterales - mantuvo la puerta abierta a una nueva ronda de conversaciones indirectas de paz con los líderes separatistas, nombrando como posible sede para el encuentro una ciudad-monasterio controlada por el gobierno en el este.
Mientras, aparecieron signos de una división en las filas separatistas tras la caída de Slaviansk, con un poderoso comandante de campo cuestionando duramente la pérdida del bastión rebelde.
La recuperación de Slaviansk de manos rebeldes supone un gran éxito en la larga lucha de tres meses de Kiev contra separatistas respaldados por Rusia, que ahora reclaman en vano ayuda militar de Moscú.
Un líder rebelde restó importancia a la pérdida como algo conveniente militarmente y dijo que cientos de combatientes estaban ahora disponibles para desplazarse a la capital regional, Donetsk, donde se está preparando una estructura de mando para defender la ciudad y devolver el golpe:
"No nos estamos preparando para un asedio. Nos estamos preparando para la acción", dijo Alexander Borodai, primer ministro de la autoproclamada República Popular de Donetsk, a un periódico digital ruso durante una visita a Moscú.
Disparos esporádicos pudieron oírse en zonas de Donetsk durante la noche. En Luhansk, una ciudad de la frontera con Rusia donde los rebeldes controlan ciudades clave, dos personas que estaban en un minibús fallecieron por un proyectil que explotó cerca, dijo un responsable municipal.
"Hay un intercambio de disparos entre los separatistas. Se están disparando entre ellos", dijo Iryna Verigina a la televisión ucraniana por teléfono desde Luhansk.
Poroshenko, que asumió el poder hace un mes, nombró a Vasyl Grytsak para liderar el "centro antiterrorista", convirtiéndolo en el jefe de operaciones en su intento para derrotar a los rebeldes.
Esta decisión siguió a un cambio radical en el mando militar y de seguridad, para el que ha designado a un ministro de Defensa de línea dura para dar nuevo impulso a la lucha contra la insurgencia.
Grytsak, un teniente general de la policía de 53 años y con 20 años de experiencia en el aparato de seguridad del país, sustituye a Vasyl Krutov, que lideró el "centro antiterrorista" desde mediados de abril.
A pesar de algunos éxitos contra los rebeldes, Krutov y otros responsables de seguridad han sido criticados por el irregular funcionamiento de las fuerzas armadas y por las grandes pérdidas militares, incluyendo cuando los rebeldes derribaron un avión Ilyushin Il-76 en junio provocando la muerte de más de 49 personas.
Rebeldes prorrusos han estado luchando contra las fuerzas gubernamentales desde abril, cuando declararon repúblicas separatistas en el este rusófono ucraniano después de una revuelta política en Kiev que terminó con el derrocamiento de un presidente próximo a Moscú seguido de la anexión rusa de Crimea.
Por Richard Balmforth y Maria Tsvetkova
Fuente: reuters
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